El Negro del Hogar

El tipo estaba nervioso y no era para menos. Ese día debutaba en la radio. Llegó temprano a los estudios de la 221 acompañado por otro Marcelo, pero Blanco de apellido, el coordinador de la Obra de Cajade. El frío hacía caer lágrimas y Marcelo “el Negro” Santillán se frotaba las manos y caminaba de una punta a la otra en el hall de la radio.

“Bueno, relajate Negro. Vos nos tenés que hablar de las cosas que te gustan: el baile, el candombe”, lo tranquilizaba su tocayo. Él decía a todo que sí y se reía. Nunca dejó de reírse.

El tema o la excusa era el candombe. Hacer un programa sobre el candombe en La Plata para tenerlo en vivo al “Negro” Santillán. Un histórico de la Obra de Carlitos, un tipo cariñoso que siempre anda regalando besos y abrazos… “El pibe grande y el grande pibe”, como lo definió Mariano Sasiaín, uno de los adolescentes del Hogar.

El “Negro” es uno de los bailarines de La Minga, la comparsa de candombe que todos los domingos calienta tambores en la estación de 12 y 72 y sale tocando hasta la vieja estación Provincial. Entre el repique, el piano y el chico va el Negrito del Hogar moviendo su cintura y agitando a los candomberos. A cada paso los vecinos lo saludan y él los invita a bailar con su sonrisa contagiosa de dientes blancos.

Antes de ser candombero el Negro estaba en una murga. Un día estaba mirando Canal 3 de Colonia, Uruguay, y sintió el cha, cha, cha, chá-chá de una cuerda de tambores y empezó a bailar frente al televisor. “En ese momento me dije: ‘yo tengo que hacer esto; tengo que bailar, abrirme, sacar la angustia que tengo adentro, porque como me dice Nieva, ‘es blanco o es negro’, de paso un saludo a Nieva, je, je, je”, relataba Marcelo. Y fue así que un día llegó el Negro a 12 y 72.

Marcelo Santillán estaba destinado a ser uno de los tantos hijos que tuvo Carlitos Cajade. Su llegada al Hogar se dio por una serie de circunstancias de la vida y el Negro terminó adoptado por la familia del Hogar. Hoy Marcelo es todo un símbolo de la Obra, un tipo con muchos amigos que siempre está donde el espíritu de Cajade anda cerca.

“Es un referente muy fuerte para toda la Obra, alguien muy querido por todos. Él se deja ayudar, lo ayudan mucho y él pone lo suyo: donde hay música, él se prende”, decía Marcelo Blanco mientras el Negro lo miraba y largaba una carcajada.

En el segundo bloque de La Pulseada Radio tuvimos la visita Romina Etchestez, la Negra Romi, directora de baile de La Minga, la que le enseñó a candombear a Marcelito y quien le confecciona sus coloridos trajes.

“Transmite muchísimo cuando baila, tiene un carisma especial, una sonrisa única, agita a la gente y para nosotros está buenísimo tenerlo en el grupo; él sale con un traje anaranjado con plumas, muy llamativo, porque es como nuestro brujo amigo”, contaba Romi.

El Negro ya tiene el oído entrenado a los sonidos del tambor y sabe distinguir cuando alguien le está pifiando. “Hay que tenerlos cortitos, hay que ponerlos firmes, ahí”, nos explicaba.

En el final de cada bloque bailamos con Jaime Ross y el Negro Rada. Fue un programa negro, negro de candombe, negro por un homenaje al inolvidable Roberto Fontanarrosa y negro como el querido Marcelo “Negro” Santillán.

La Pulseada Radio: Verona Demaestri, Dolores Marengo,
Ulises Rodríguez, Matilde Sacco, Javier Sahade