Las organizaciones que son el primer dique de contención en los barrios populares sufren por la creciente demanda de ayuda alimentaria. La situación en las casas de día del Hogar de la Madre Tres Veces Admirable.
Por La Pulseada
Los índices de pobreza e indigencia se dispararon en el primer semestre de 2024 con especial impacto entre los chicos y las chicas que tienen menos de 18 años. La región que integran La Plata, Berisso y Ensenada aparece entre las más afectadas con cifras que vienen teniendo su reflejo directo en la situación de las organizaciones que sostienen comedores y merenderos, los cuales no dan abasto para atender la demanda.
Los números difundido por el Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) son una fotografía tardía cuya incidencia viene siendo percibida desde hace meses por quienes están a cargo de los cientos emprendimientos solidarios de la región.
En todas las casitas del Hogar de la Madre Tres Veces Admirable fundado por el cura Carlos Cajade hace 40 años la demanda viene creciendo desde hace meses y se ve reflejado en la cantidad de mercadería que se entrega, la llegada de personas mayores, el reclamo de viandas para la cena y hasta la voracidad con la que los nenes y las nenas reciben el plato de comida o la tasa de leche.
Números de una fotografía tardía
En el conglomerado urbano que integran La Plata, Berisso y Ensenada, el 39,9% de los hogares están por debajo de la línea de pobreza y en ellos residen el 51,2% de los habitantes. La diferencia entre uno y otro porcentual es un indicio de que son hogares en los que habitan muchas personas, en su mayoría menores de edad.
Traducido en cantidades absolutas, son 136.298 hogares sobre un total de 341.851. Y en ellos viven 477.165 personas, sobre una polación de 931.986 habitantes en toda la región.
Pero hay una variable aún más preocupante que remite al amento de universo de hogares y personas que en ese mismo universo están por debajo de la línea de indigencia. Es el 13,9% de los hogares y el 18,3% de las personas.
En otros términos, hay 47.478 familias con 170.615 personas que no llegan a cubrir la canasta básica alimentaria, que es la que determina la frontera entre pobreza e indigencia.
Dado que la diferencias entre ambas variables resulta de la capacidad de los hogares de acceder a la canasta básica alimentaria (CBA) y a la canasta básica total (CBT) -que incluye otras necesidades elementales pero que no son alimentarias- mediante sus ingresos monetarios, el informe general del Indec detectó el dato que explica el aumento de la cantidad de hogares y personas que empeoraron sus condiciones de vida: en promedio en lo que va de 2024 los ingresos totales familiares aumentaron un 87,8%, mientras que las canastas lo hicieron en 115,3% (CBA) y 119,3% (CBT).
El impacto en la obra de Cajade
La lectura fina de los datos según las edades explica en parte la suba de la demanda de ayuda social que afecta el trabajo cotidiano en los comedores y merenderos que dan contención especialmente a la infancia. El Indec destaca que dos tercios (66,1%) de las personas de 0 a 14 años forman parte de hogares bajo la línea de pobreza.
El presidente del Hogar de la Madre Tres Veces Admirable, Ezequiel Castro, da testimonio sobre el impacto que eso genera en los emprendimientos de la obra: la Casa de los Bebés, la Casa de los Niños, Casa Joven y Chispita.
Plantea que en el transcurso del año incrementó la demanda en todos los espacios. Cuenta que por un lado son más familias que quieren ingresar a sus hijos e hijas en alguna de las cuatro casas de día. Y por otra parte las que ya asisten demandan más mercadería para llevar a su mesa, mientras que el Ministerio de Desarrollo Social no entrega desde enero.
Pero aparece en su relato otra postal dolorosa, relacionada con la ansiedad con la que los nenes y las nenas llegan todos los días. “Notamos que comen con más ganas e incluso muchos repiten el almuerzo”, dice y lo marca como una diferencia respecto a años anteriores.
«Los chicos y las chicas comen con más ganas y repiten el almuerzo, y varias familias piden las sobras para poder cenarlas»
“También varias familias piden si se pueden llevar las sobras del almuerzo para cenarlo a la noche”, agrega. Y el deambular por varios comedores aparece como otra estrategia de las familias que buscan asegurar el alimento: “Encontramos que muchas familias recorren varios de nuestros espacios -y suponemos que otros también- para cubrir el resto de las comidas”.
El aumento del desempleo también se percibe en las casitas. “En general los adultos tienen trabajos informales, son empleadas domésticas y de la construcción, y nos cuentan que cada vez trabajan menos horas -en el caso de las trabajadoras en casas particulares- y hay menos demanda de mano de obra -para los obreros-”, cuenta.
Eso también tiene un reflejo estadístico revelado por el Indec. En el Gran La Plata la desocupación llegó al 9,9% durante el primer trimestre del año, superando al promedio nacional, que fue del 7,6%. Se trata de una suba del 1,7% respecto al primer trimestre del 2024, cuando el desempleo en La Plata había alcanzado el 8,2%, pero del 4,4% si se lo compara con el mismo período de 2023, cuando era del 5,5%.
Adolescentes en riesgo
La combinación de las variables en alza de pobreza, indigencia y desempleo, rompe las expectativas de generar un proyecto y daña la calidad de vida de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en un momento clave de su vida.
Las palabras de Ezequiel Castro así lo reflejan. “No es un fenómeno nuevo, pero se agrava y acrecienta otros problemas como la deserción escolar, el consumo de drogas y otras conductas disruptivas”, dice.
«Prácticamente todas las familias reciben la AUH y la tarjeta Alimentar, quizás eso explique que todavía se perciba cierta paz social en estos barrios tan golpeados»
Y en un contexto en el que los barrios populares parecen estar al límite de su aguante, el presidente de la obra aporta su mirada sobre lo que puede ocurrir si la tendencia se profundiza: “Prácticamente todas las familias con las que trabajamos reciben la AUH (Asignación Universal por Hijo) y la tarjeta Alimentar, quizás eso explique que todavía se perciba cierta paz social en estos barrios tan golpeados”.
