Después del mediodía y hasta pasadas las 5 de la tarde del martes 7 de junio, Plaza San Martín se llenó de infancia. A pasitos de los enrejados edificios de las sedes de los poderes Ejecutivo y Legislativo provincial, decenas de organizaciones que trabajan con pibes y pibas en diferentes barrios de la región, se juntaron para cerrar con una jornada cultural y recreativa la campaña “El Hambre es un Crimen”. Se habían extendido a lo largo de toda la semana y había contado con chocolateadas, ciclos de cines y actividades por la periferia de la capital bonaerense. Empezó en Los Hornos con actividades preparadas por Chispita y la agrupación barrial El Mate. Siguió en Villa Elisa, Barrio María Claudia Falcone, Elizalde, Romero y Villa Montoro. Para cerrar, la tarde del 7 de junio, en el centro de la ciudad de La Plata hubo globos, juegos, talleres de cerámicas, murga, hip hop, títeres, stencil, cuentos…
Fueron los propios pibes de barriadas populares quienes reclamaron mayor presupuesto social y exigieron que sus derechos estén en la agenda política. Ahí estuvo la Obra de Cajade con sus dos casitas. Florencia, Nicolás y “el boga”, Franco, acompañaron a los pibes de la Casita del Barrio Aeropuerto: Edith, Rocío, Brisa, Kato, las dos Agustinas, Ayelén, Paola, Selene, Florencia, Monserrat y José. Damián, por su parte, estuvo en el micro que vino desde Chispita, en los Hornos, junto a Ayelén, Jazmín, Lautaro, Marcos, Miriam, Alexia y Cristian. Hasta “el Negro”, Marcelo Santillán, viajó desde el Hogar para candombear un poco y dejar en claro que para todos, el hambre no es otra cosa que un crimen.