Alemania-EEUU-Reino Unido
2011 – 105 minutos
Si el cine contemporáneo diera alguna vez un premio a lo singular, el alemán Werner Herzog sería un candidato puesto para el podio. Con una extraordinaria obra a cuestas, sus personajes siempre se ubican entre los relatos más absurdos y caóticos del mundo contemporáneo. Uno de sus últimos documentales, “Hacia el abismo” (2011), saca el jugo del Herzog más radical. Alegato contra la pena de muerte, como si fuera un Truman Capote en registro audiovisual, se mete con un homicidio múltiple cometido por dos jóvenes en uno de esos pequeños pueblos de Texas que David Lynch hubiera escogido para hacer la fabulosa serie «Twin Peaks». Lo interesante es que Herzog construye un punto de vista que, sin nunca tomar partido por los criminales, da cuenta de una sociedad enferma, de una ilusión (en este caso, matar con tal de poseer por unos días un descapotable rojo) que se convierte en pesadilla cuando los millones que no entran en el perverso «sueño americano» desencadenan una violencia engendrada por la moral religiosa, por la distinción en los bienes y el consumo cultural y por un aparato publicitario que refuerza la feroz desigualdad de clase. Herzog compone breves episodios, cual si fuera una novela, y entrevista con maestría a los protagonistas: los familiares de víctimas y victimarios, los que trabajan en las prisiones de ejecución y varias veces a los criminales, uno de ellos sentenciado a la pena capital. Una nueva mirada, sutilmente crítica, sobre un fenómeno tan viejo como inquietante: por qué matan los que matan y por qué mueren los que son asesinados.
Juan Manuel Mannarino