Desde que tengo conciencia, la camiseta y la gente de la Villa (San Carlos querido) me hechizó y me hizo conocer duendes y fantasmas, allá en la cancha del fondo de Berisso, adonde asiste el malón hoy para ver al Cele en la B Metropolitana por cuarta temporada.
Allí no es “foot-ball” de los cogotudos ingleses, sino el “fulbo” de los que van por el amor a la divisa.
Comparto en La Pulseada esta historia que incluye a jugadores de la primera que ayer fueron de “probeta” y mis anteojos alcanzaron a ver. Van con nombre y apellido y antecedentes, que espero disfruten como la miel.
Gonzalo Raverta, categoría 85, un nenito que atajaba en Estudiantes (en LISFI y en infantiles de AFA) y un día se cansó de los tres caños y hoy es un flor de mediocampista. La 8 en el pantaloncito, el menor de los Raverta viene siendo la gran figura, junto a su hermano tres años mayor, Mauro (el “3” y capitán). Nativos de Los Hornos, el hincha los adoptó como de Berisso con el apelativo de “los pollos”.
Gonzalo Esteche: un metro cincuenta como mucho, parece un hijito de los demás compañeros, lástima que ahora se va. En los torneos de LAFIR –Liga Ribereña de Fútbol Infantil- era una especie de Harry Potter de la 90 de Estrella de Berisso. Al enano “10” lo detectaron los cráneos de Estudiantes, y en 8va fue de gira a Hong Kong, donde sorprendió a unos veedores del Manchester United. Pero la carrera se empezó a hacer complicada, tal vez por carecer de “buen talle” (físico a medida) y porque al fin de cuentas los mandamases Pinchas son capaces de hablar horas de la cantera, pero terminan eligiendo a los de afuera sin probar la pasta casera.
Otro caso diamante de la misma clase 90. Jonatan Linias. En junio de 1996 (dieciséis años atrás) me contaba con 6 años cuál era su sueño: “ser jugador profesional”. El que miraba los Power Ranger y se le hacía agua la boca por las milanesas con papas fritas, empezó en San Martín de Los Hornos en la cancha de 7, y llegó ala Primera, con una camiseta también Celeste como la de su infancia. Hace unos días se desvinculó del “Villero” y será refuerzo del “Funebrero”, Midland.
Diego Armando Mack, casi un amigo, crianza deportiva en el club Corazones de El Retiro, “arrivato al mondo” mientras se jugaba el Mundial de Italia. Me dio un sobresalto emocional la tarde que por la radio dijeron que iba de titular por la Copa Argentina, ese morochito tímido que en el verano del 2004 no se cansaba de ganar los desafíos de penales y de “jueguitos” (una vez pasó los mil) en un campeonato que organizamos en el diario Hoy.
Que pase el que sigue. Guido Barceló empezó a tener “metejones” con la pelota a los 5 años, en el Club Zona Nacional, el equipo dela Nueva York. Apenas debutó en la 1ra de San Carlos llamó la “poderosa” atención de uno de los empresarios que en el fútbol actual nunca faltan. Dicen que ya está por pegar otro salto profesional, con algún destino como Argentinos, Godoy Cruz o…
Ojala que sigan brillando más perlas del collar celeste, como cuando se consagraron campeones en la “C”, y primero picó Rodrigo Salinas a Godoy Cruz de Mendoza (hoy en Rosario Central), un modelo 86 que de chiquilín pateó enLa Villa y en Gimnasia, hijo de Osvaldo (ex crack de Estrella en los 70), que con edad de 9na llegó a River Plate, hasta que se cansó del viaje y de extrañar a sus amigos.
¿Algún otro? Sí, Federico Slezack, hijo del intendente, que destronó al propio Coco San Esteban de la titularidad cuando aún el veterano estaba intacto. Fede empezó en las infantiles (la 84), donde fue compañero de Miranda.
A Lucas Ochandorena lo vi desarrollarse. Integrante de la 85 del club en cancha chica, luego conoció todas las divisiones juveniles de Estudiantes hasta reserva, jugó un Argentino A conLa Plata FC y volvió a su amor de barrio: VSC. Ahora firmó con Midland.
Y para finalizar, despedimos a Ezequiel Aguimcer, un “Peladito” nacido en CRIBA de Barrio Aeropuerto, transferido hace horas a Boca Unidos de Corrientes. Y damos la bienvenida a Javier Menghini, un “Rusito” inquieto que empezaba hace tiempo en la ‘80 de Capital Chica (ja, otro hornense que se acopla a Berisso) y que fuera figura en LISFI. Hizo escuela en Estudiantes hasta que debutó en 2001 con Craviotto en la primera y luego pasó por Chile, Chipre y el ascenso.
Jugador récord
Uno de los nacidos en La Villa, en el costado pobre de Barrio Obrero, a metros de la plaza 17 de Octubre, es Pablo Miranda. Alcanzó un sueño supremo: jugar en Primera, meterle un gol a Boca y entrar enla Copa Libertadores. Todo se lo agradece a Godoy Cruz y a sus piernas que supieron acelerar una motito para repartir pizza en un conocido comercio de plaza Rocha de La Plata.
Llegó a Mendoza luego de siete años con la banda celeste. Allí jugó en la “D” un partido, muchísimos en la “C” y fue partícipe del primer torneo enla BMetroconLa Villa.Estatemporada 12-13 estará en Olimpo de Bahía Blanca, para jugar en la última categoría que le faltaba:la B Nacional.
El “Pájaro” podrá decir con su vuelo que su carrera en AFA fue cartón lleno, o Bingo, firmando planillas en las cinco categorías, además del viejo certamen continental.