Nota principal: “Estamos demostrando que sí merece la pena luchar”
A mediados de diciembre pasado, directivos de la Osisko y funcionarios riojanos reunidos en una hostería fueron sorprendidos por un escrache de los vecinos y escaparon. Pero se olvidaron un Manual de Procedimientos Administrativos que evidencia ciertos manejos de la firma canadiense y la existencia de “listas negras” con datos de asambleístas y lugareños.
“Así como nosotros conocemos los bueyes con los que aramos, ellos nos conocen. Hace seis años que estamos en la lucha, sabemos que nos tienen identificados, saben cómo actuamos, cómo pensamos, pero están acorralados, sienten miedo, algo que nuestro pueblo no tiene. Saben que no somos gente que se pueda comprar, y miramos con ojos nacionales, porque somos conscientes de que el saqueo y la contaminación nos va a llegar a todos”, señala Gabriela Romano.
Para Enrique Viale, que preside la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas y visitó el corte en Alto Carrizal, el eje es la modalidad de extracción. En el libro 15 mitos y realidades de la minería trasnacional en Argentina, una compilación del colectivo Voces de Alerta, que él integra, Viale distingue la minería tradicional de la megaminería, a la que califica de “inherentemente contaminante, insostenible e imposible de controlar”.
La minería a cielo abierto es la figura extrema del extractivismo. Para extraer los minerales diseminados en los cerros y montañas, la minería a cielo abierto emplea cantidades colosales de energía, explosivos, agua y sustancias extremadamente tóxicas. “Sólo en el emprendimiento minero de Pascua Lama (San Juan) se arrojarán durante el proceso extractivo 493.500 toneladas de explosivos, casi la mitad de los lanzados durante la Segunda Guerra Mundial”, grafica Quique Viale.
La licencia social es un concepto que incluye la participación ciudadana en las políticas públicas. Plantea la idea de consentimiento por parte de los pobladores. “Puedo asegurar que en Famatina no existe licencia social para la instalación de la minera. No habrá licencia social y esto se relaciona con la determinación y capacidad de los pueblos de decidir qué hacer sobre sus territorios”, concluye Viale.