Nota principal: Plegaria para una misa sin nacer
Galo García todavía no puede creer que en 1974 la RCA Víctor haya imprimido 50.000 placas de la Misa de Mugica. Asegura que esa cifra era “una locura” porque lo habitual era hacer dos mil discos y probar el mercado. “Con suerte, 5.000; 50.000 era para inundar América Latina”, grafica. Es difícil entender los motivos que llevaron a que una empresa multinacional como la RCA (Radio Corporation of America) haya invertido tanto en un disco que difunde una ideología opuesta al sistema capitalista. Capelli acepta que se trata de algo “realmente incongruente”. Galo estima que “el interés económico no tiene ideología” y recuerda que “el asesinato de Carlos ocurrió cuando el disco ya estaba terminado”. Alejandro Tarruella coincide y supone que “la razón principal era que el folclore nacional vendía en un nivel no habitual dentro de las culturas nacionales”. Fernando Collados recuerda que el productor ejecutivo del proyecto discográfico, Carlos “Bebe” Lascano, “un hombre de buen pasar que vivía en el Boating Club, estaba copadísimo con el Grupo y con la obra” y “veía esto como un negocio, como si fuera la misa de Ariel Ramírez”.
Coincidentemente, en diciembre de 1973 la revista El Descamisado, editada por Montoneros, denunció que las tres compañías que controlaban la fabricación de discos (RCA, Odeón y CBS) estaban realizando maniobras con los insumos para ahogar a las empresas nacionales y agrega: “la industria del disco deja mucha plata. Por lo tanto los monopolios no se la podían perder”.