Tras la primera audiencia del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, que se desarrolló el 18 de diciembre en la ex AMIA (4, 51 y 53), el juicio donde se imputa por crímenes de lesa humanidad a un civil y a ex integrantes de Inteligencia del Ejército, de la Armada y de la Policía y el Servicio Penitenciario Bonaerenses continúa el 5 de febrero, tras la feria, con indagatorias.
Por María Laura D’ Amico
Foto Helen Zout / archivo Comisión por la Memoria
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de La Plata —Carlos Rozanski, Pablo Jantus y Pablo Vega— dio inicio este miércoles, 18 de diciembre, al debate oral y público donde se juzgarán delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención conocido como La Cacha, que funcionó en las afueras de La Plata durante la última dictadura cívico militar. Las otras audiencias que estaban previstas para diciembre (los días 20 y 27) se suspendieron y el juicio continuará después de la feria judicial de enero, los miércoles y viernes, desde el 5 de febrero de 2014. El público puede acreditarse con DNIl.
Los 127 hechos que llegan al juicio oral surgen de la unificación de tres causas donde en primera instancia, en el juzgado federal 1, de Manuel Humberto Blanco, se investigaron homicidios, privaciones ilegítimas de la libertad, tormentos y sustitución, ocultamiento y retención de menores de diez años, cometidos entre 1977 y 1978 en este centro clandestino que funcionó en la antigua planta transmisora de Radio Provincia, lindera a las cárceles de Olmos. Se imputa a ex integrantes del Ejército, de la Policía y el Servicio Penitenciario Bonaerenses, de la Armada y a un civil.
Los imputados son: 13 ex integrantes del Destacamento de Inteligencia 101 del Ejército (Carlos del Señor Hidalgo Garzón, Jorge Héctor Di Pasquale, Gustavo Adolfo Cacivio, Ricardo Armando Fernández, Luis Orlando Perea, Roberto Armando Balmaceda, Emilio Alberto Herrero Anzorena, Carlos María Romero Pavón, Anselmo Pedro Palavezzati, Raúl Ricardo Espinoza, Rufino Batalla, Claudio Raúl Grande; y Miguel Ángel Amigo, juzgado por una causa residual); 2 penitenciarios (Héctor “El Oso” Raúl Acuña e Isaac Crespín Miranda); 4 policías bonaerenses (Miguel Osvaldo Etchecolatz, Director General de Investigaciones; Eduardo Gargano, Director General de Seguridad; Horacio Elizardo Luján, jefe de la Unidad Regional La Plata; y Julio César Garachico, también de la Unidad Regional La Plata); un militar retirado de la Armada, integrante de la Fuerza de Tareas 5 ( Juan Carlos Herzberg); y un civil, Jaime Lamont Smart (ex ministro de Gobierno).
Además estuvieron imputados los ya fallecidos Alejandro Agustín Arias Duval (ex miembro del Destacamento 101 del Ejército, que murió impune mientras se realizaba el juicio por el “Circuito Camps”) y el ex gobernador de facto de la provincia de Buenos Aires Ibérico Manuel Saint Jean.
Entre los casos que se van a juzgar se encuentran la desaparición de Laura Carlotto, hija de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; y el caso de Antonio Bautista Bettini padre del embajador argentino en España, Carlos Bettini.
Diversos organismos de derechos humanos, como la Asociación Ex Detenidos Desaparecidos, la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata presentarán una querella unificada. Asimismo, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación se presentará como querellante junto con su par de la Provincia. Además habrá particulares, como los abogados Laura Bogliano y Julián Axat, hijos de personas que estuvieron detenidas en La Cacha y continúan desaparecidas, y cuyos casos están incluidos en el juicio que comienza.
La Cacha
Este centro clandestino de detención funcionó aproximadamente desde fines de 1976 hasta noviembre de 1978 en la localidad de Olmos, en un predio situado entre las calles 197, 53, 41 y la ruta provincial N° 36 que pertenecía a la Secretaría de Prensa y Difusión de la Gobernación de la provincia de Buenos Aires y donde funcionaba la planta transmisora de la Ls 11 de Radio Provincia.
Se cree a partir de relatos de sobrevivientes que el nombre del centro clandestino se debió al dibujo animado de la época “La Bruja Cachavacha”, que tenía el poder de hacer desaparecer gente.
Según las investigaciones preliminares, La Cacha fue para la mayor parte de sus víctimas el primer y único lugar de detención; es decir que en la mayoría de los casos los detenidos no pasaron por otros centros ni tuvieron su ingreso en un circuito de represión clandestina, habitual en otros centros de tortura y exterminio.
Otras características son que La Cacha tiene muchos sobrevivientes y que por esas instalaciones habría revistado personal tanto del Ejército como de la Armada, de la Policía Federal, de la Bonaerense y del Servicio Penitenciario Bonaerense.