Nota principal: La causa por la muerte de Carlos Ponce de León en la dictadura
Víctor Martínez asegura que a pesar del sufrimiento de tantos años no se irá del país: “Es una vergüenza que el juez haga todo lo que hace y con la impunidad con que lo hace. Creo que ellos juegan a que me escape. Les hubiese encantado, pero yo cumplo con la ley. Cada vez que tengo que viajar al exterior, porque trabajo en una ONG internacional, pido permiso porque estoy procesado. Y sigo con todo esto porque monseñor Ponce fue mi padre. El otro día recibí un mail muy bonito de una sobrina nieta suya, en el que me decía que era un testigo invalorable porque a pesar de las amenazas sigo resistiendo… Si la población nos acompaña, se interesa y se informa, verá que detrás de cada caso de aquellos años hay una historia de dolor muy grande que todavía se arrastra y que hay jueces que no merecen tener ese título porque son inmorales”. El testigo recuerda los “proyectos” que tenía con monseñor Ponce: “a veces nos sentábamos en el balcón del séptimo piso que era la casa inicial del obispo y monseñor me decía: cuando yo sea viejito me voy a jubilar. Vos te vas a casar y entonces me voy a ir a vivir con mis nietos”.