Nota principal: El malestar en la Cultura
* Proliferan en la ciudad los grupos que sostienen espacios culturales multidisciplinarios en forma autogestionada. En 2005 se formó la Red de Centros Culturales, en la que se referencian una docena de espacios sin fines de lucro que sostienen talleres de educación no formal, bibliotecas, salas y otras actividades. Desde su origen pelearon por una ordenanza que se concretó en 2008 –durante la gestión de Maidana— y los reconoce formalmente como Espacios culturales alternativos.
* La ordenanza establece una pequeña subvención mensual para los centros que cumplan un tedioso papelerío, que se define en relación al sueldo de un empleado municipal. Sin embargo, este monto no se actualizó en los cinco años y sigue clavadoen 695 pesos.
* Pese a la ordenanza, por el peso de otras normas los espacios autogestionados siguen encontrando dificultades para concretar sus habilitaciones. Para muchas oficinas del Estado, no difieren de un bar o un boliche. Cipollone afirma que “las condiciones de seguridad exigibles tienen que ser las mismas para boliche centro cultural porque la vida humana vale lo mismo”.
* La ordenanza prevé una Comisión de Coordinación de Política Cultural, integrada por miembros de la secretaría de Cultura, la presidencia de la comisión de Cultura del Concejo Deliberante y un representante de los Espacios Culturales Alternativos. Maidana llegó a realizar algunas reuniones, donde admitía la presencia de varios representantes por los centros culturales. Cipollone nunca la convocó.