Nota principal: Dar la nota
El Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas se formó en diciembre del ’82, meses después del fin de la guerra. Esa construcción colectiva les permitió salir fortalecidos de una experiencia traumática y, además, tener una coherencia difícil de lograr en la Argentina de los últimos 30 años:
“Desde el CECIM rompimos una imposición, la del silencio que pretendían los militares cuando regresamos de la guerra. Fuimos los antihéroes de Malvinas”, dicen.
Los integrantes del CECIM (http://www.cecim.org.ar) siempre tuvieron en claro que en Malvinas habían combatido contra el imperialismo de la OTAN, y también con unas Fuerzas Armadas que les hacían repensar día a día dónde estaba el enemigo.
“Malvinas fue parte de la dictadura militar. Para nosotros el 2 de abril empieza el 24 de marzo de 1976”, sintetiza Ernesto Alonso. “Los compañeros caídos en Malvinas también forman parte de los muertos que produjo la dictadura asesina que tomó una causa nacional y popular para sacar réditos políticos”.
Tanto fueron considerados “antihéroes” que el CECIM incluso estuvo infiltrado por los servicios de inteligencia a fines de los ’80, según se deriva de los archivos desclasificados de la Dirección de Inteligencia de la provincia de Buenos Aires –DIPBA–, hoy a cargo de la Comisión por la Memoria.
Y no era para menos: El CECIM fue la primera organización que publicó parte del Informe Rattenbach, en 1988, y que había sido encomendado por las propias Fuerzas Armadas para analizar la Guerra de Malvinas. En ese documento se dejó escrito para la posteridad que la guerra “fue una aventura militar”. Informe que la presidente Cristina Fernández de Kirchner dispuso publicar la semana en que la Argentina denunciara en la ONU la militarización del conflicto por parte de Gran Bretaña y su incumplimiento de la resolución de este mismo organismo que llama a sentarse a negociar diplomáticamente a ambos países.
Además el Centro de Ex Combatientes escrachó a Mario Benjamín Menéndez –máxima autoridad política y militar en las islas– y a Leopoldo Fortunato Galtieri. Peleó por depurar las pensiones honoríficas a ex combatientes cuando el “Tigre” Acosta, símbolo del terrorismo de Estado, recibió este reconocimiento. Tras la denuncia del CECIM, a Acosta le quitaron la pensión.
También repudió el Punto Final y la Obediencia Debida y luego resistió las políticas neoliberales de los ’90. Es que hay más de 80 oficiales y suboficiales que estuvieron en el conflicto bélico, procesados y condenados por crímenes de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado. Dos casos sirven de muestra: el almirante retirado Carlos Busser que condujo el desembarco del 2 de abril en el Operativo Rosario y Carlos Carrizo Salvadores, segundo jefe del Regimiento 7, que comandó las tropas en el combate de Monte Longdon.
Para los ex combatientes, la dictadura militar repitió métodos y conceptos como el no reconocimiento de los caídos ya que la mayoría de las lápidas que hay en el cementerio de Darwin no está identificada, en una clara continuidad con la política de la desaparición de la identidad de personas.
En 2007, el CECIM denunció judicialmente a 70 oficiales y suboficiales por violaciones a los Derechos Humanos contra su propia tropa en pleno conflicto bélico. Son denuncias realizadas por ex soldados de diferentes provincias por torturas, mutilación a causa de esos tormentos, vejámenes y homicidios. La publicación completa del Informe Rattenbach, echará luz sobre la actuación de las Fuerzas Armadas en este conflicto bélico.
La misma presidente en conferencia de prensa destacó la importancia de la sudamericanización del reclamo diplomático en relación a los recursos naturales de la región: “Están depredando nuestros recursos naturales, la pesca y petróleo, sin ningún tipo de control, lo que podría terminar en desastre. Además tengamos en cuenta que las batallas que se vienen serán por los recursos naturales y nuestra región es de las más ricas y con mayor potencialidad”. El eje tomado por la presidente es el mismo que hace 30 años militan quienes integran el CECIM y hoy por primera vez ven a un gobierno en sintonía.