Nota principal: Visita guiada
Por Mariana Chaves *
La Casa Joven nació porque coincidieron varias circunstancias. En primer lugar, el Cura siempre había hablado de la necesidad de que en el barrio Aeropuerto hubiera también una casa para adolescentes, porque cuando los pibes se tenían que ir de la de los Niños no había un lugar para que se encontraran, para que estuvieran. “Che, hay que hacer algo con los pibes más grandes”, nos decía. Y quedó en parte como un mandato, un deseo que a todos nos dio ganas de cumplir.
El otro factor es que hace dos años, cuando varios compañeros se habían empezado a juntar para retomar esa idea, una familia del barrio cedió su casa para algún emprendimiento de la Obra. Entonces: había compañeros y estaban la casa, la idea y ese deseo del Cura que no se había realizado. Además, varios pibes de Casa de los Niños que ya eran más grandes querían hacer algo junto a otros adolescentes del barrio. Nos empezamos a juntar para madurar la idea y así se armó el primer grupo de Casa Joven. Nos dieron la llave de la casa, la empezamos a limpiar, comenzaron a venir pibes y arrancamos.
Los chicos tienen entre 13 y 17 años. En total son unos 20. Algunos van todos los días que abrimos y otros se acercan para alguna actividad puntual. El objetivo es trabajar sobre el vínculo, poder armar una relación de confianza para, a partir de eso, acompañarlos en sus proyectos de vida; facilitar el acceso a sus derechos con relación al Estado; intentar pelear contra las vulneraciones y dificultades que tienen; y generar un espacio para encontrarnos, dialogar, jugar, aprender.
En ese marco, funciona un taller de animación con la Facultad de Bellas Artes, tenemos la murga, hay un día de juegos, una huerta, salidas y visitas a diferentes lugares, un ciclo de cine y ahora iniciamos un proyecto de periodismo con La Pulseada: historias, cosas que los pibes puedan contar, y entrevistas que pueden hacer. También los acompañamos en lo que nos vayan pidiendo, que pueden tener que ver con la escuela, la salud, etc.. Laburamos con las familias en todo lo que podemos, pero como funcionamos con voluntariados tenemos tiempos limitados. Somos 15 adultos fijos y otros 10 que se van sumando, porque Casa Joven funciona como centro de prácticas para dos materias de la carrera de Trabajo Social y una de la facultad Bellas Artes.
Después de seis años sin el Cura, la Obra está rearmándose. Estamos intentando comunicarnos más entre nosotros, teniendo en claro un objetivo político y manteniendo firmes algunas líneas que tenía él para trabajar con los pibes y las familias. Seguimos creyendo que hay que trabajar con esas ideas, con ellos y con un proyecto de país.
* Coordinadora de la Casa Joven del barrio Aeropuerto (97 e/ 6 y 7)