Nota principal: “Con Aguer hay una especie de Inquisición en La Plata”
En la línea de Iglesia que Claudio Simone sigue reivindicando y admira, la referencia a Carlos Cajade no tarda mucho en aparecer. Lo conocía de andar por espacios comunes y de “hacer animaciones de cumpleaños como colaboración en el Hogar”. Pero el trato más frecuente se dio durante el último año del cura en la Tierra “que nos reuníamos en el Centro cultural de 42 entre 6 y 7 por un conflicto en un barrio, donde un grupo de vecinos participaban del comedor que trabajamos con Cajade y otros, con (el entonces y actual concejal José Ramón) Arteaga, eran ‘anti-Cajade’ en ese momento. Entonces bueno, nosotros queríamos lograr una unión del barrio, que se preocupen por ellos mismos y ayudar a organizarse por el agua, la salud”.
Simone dice agradecer profundamente la experiencia porque el cura “representa la mejor enseñanza del cristianismo más coherente entre lo que se dice y piensa. Llevaba en carne propia un modelo de Jesús bien humano y, como cura, un compromiso político y social concreto con los pibes y con las familias. Rompió acá en La Plata con esto de que la iglesia no tiene que hacer política, en el mejor sentido, y llevando adelante semejante organización que no es nada fácil. Para mí es un modelo y un referente muy grande de todo esto”.