Entre las actividades organizadas en el Foro de Revistas Culturales realizado el fin de semana pasado, las revistas platenses protagonizaron una: la charla que reunió a los proyectos «La marca del agua», “Volver a habitar” y “Prohibidolvidar”, tres intervenciones sociales que se hicieron -y continúan haciéndose- en la ciudad luego de la trágica inundación del 2 de abril.
Por Florencia Abelleira y Carla Laviuzza
Formada a partir de una red de más de 300 revistas, la Asociación de Revistas Culturales Independientes (AReCIA) se organizó en el último tiempo a partir de “nodos” en diferentes zonas del país, que permiten tener un alcance más federal al trabajo de la organización que pelea por una ley de fomento para los medios autogestivos en gráfica e internet. Uno de ellos está radicado en La Plata, ciudad donde son muchos y variados los emprendimientos autogestionados e independientes. Desde ese Nodo surgió la charla «Después del naufragio», «una actividad sobre algunos proyectos artísticos, comunicacionales y políticos que surgieron en La Plata después de la inundación del 2 de abril, que fue un antes y un después para el periodismo en la ciudad», según definió en la presentación Daniel Badenes, de La Pulseada, una de las revistas platenses integrantes de AReCIA, que ahora preside su comisión directiva.
La Marca del Agua es un grupo de acción social que durante la realización de la Feria del Libro organizada por la municipalidad en junio, realizó una intervención donde sus integrantes se dispersaron por el Pasaje Dardo Rocha y recitaron al unísono una poesía que hizo referencia a las inundaciones que sufrió la ciudad hace ya seis meses. «La particularidad de la feria fue que no convocó a ninguna editorial ni revista platense para que estos colectivos no hablaran de las inundaciones», explicó en la charla Pablo Amadeo González, integrante de la revista Estructura Mental a las Estrellas y de la editorial independiente Pixel. Pero esta maniobra le jugó en contra a la cúpula del gobierno municipal porque mientras el intendente Pablo Bruera estaba firmando libros en la planta baja del centro cultural y cientos de personas recorrían los stands, unos siete integrantes del colectivo La Marca del Agua recitó a los gritos:
«Somos los libros náufragos.
Somos la palabra que emerge de los espejos líquidos, a tomar aire.
Somos un signo de lo posible, el corazón a flote.
Somos lo que queda cuando calla la tormenta.
Somos la marca del agua».
Pablo explicó que pensaron la táctica con el objetivo de intervenir esos lugares donde no fueron convocados y en los espacios donde se quiso ocultar lo que sucedía en la ciudad. «Nos propusimos intervenir con un método de acción directa, irrumpir en el espacio y dar un discurso, para comunicar lo que estaba pasando», concluyó.
Prohibidolvidar es un proyecto de Juan Bertola y Damián Demaro en conjunto con La Pulseada donde la idea fue hacer diseños gráficos con dibujos representativos de la tragedia platense que se pudieran usar como calcomanías, en la web y que la misma población pudiera apropiárselos para que se convirtieran en los íconos de la marcha por los seis meses de las inundaciones.
«El proyecto fue muy espontáneo, la intención era invertir el funcionamiento del derecho de reproducción de las imágenes. La idea fue invitar a que se reprodujeran y se adoptaran como bandera de la protesta», contó Juan Bertola, ilustrador de la revista La Pulseada.
Bajo el lema “Arte para usar”, los diseños están disponibles en www.lapulseada.com.ar/prohibidolvidar/ y se pueden descargar de manera libre para ser reproducidos por la población y poder utilizar las imágenes para estampar en una remera, en una bandera o publicar en las redes sociales.
En algunos de los diseños se ve un hombre o una mujer enojados haciendo la seña de hasta dónde le entró agua, y es que, como explicó Juan, por esos días y hasta la actualidad la pregunta es «¿Cuánto te entró?».
«Una imprenta nos había regalado un montón de stickers con los diseños, y los empezamos a repartir en la marcha, y lo que pasó fue que todos se las empezaron a pegar en el pecho, como si fueran una escarapela, y hasta unificó las banderas políticas que había en la manifestación «, describió Juan.
Volver a habitar nació los primeros días de mayo con el objetivo de aunar dos lenguajes de la comunicación, las pintadas callejeras y la producción audiovisual, para poder rescatar las voces que pudieran contar lo que había ocurrido el 2 de abril y los días posteriores.
El proyecto consistió en realizar una serie de murales y pintadas en distintos barrios de La Plata y el Gran La Plata y articularlos con la creación de espacios de encuentro con vecinos para encontrar diferentes historias, relatos y anécdotas para poder construir una memoria colectiva abierta. El documental fue -y es- bancado con los aportes que la ciudadanía hace a través de la plataforma Idea.me, donde se puede aportar cierta cantidad de dinero para solventar los gastos.
«Después de lo que se vivió en los barrios quedó una sensación triste en la gente, entonces la intención de estas obras en la calle es utilizarlas como un disparador para que la gente se acerque a lo que queremos hacer nosotros que es Volver a Habitar, es decir, que la gente nos cuente lo que pasó, y en vez de llegar y tocarle el timbre con una cámara en la mano, llegamos con un mural tratando de tener otro trabajo en el territorio», explicó Lucas, más conocido como Luxor.
Al terminar la presentación de la charla se dio lugar a preguntas e intercambios con el público que generó un debate sobre la connivencia de los medios masivos de la ciudad y el poder político de turno y donde se pudo ver la posición que hay entre buscar la información en esos medios o recurrir a otros medios de comunicación que verdaderamente expresaron, y aún lo siguen haciendo, lo que sucede en La Plata. Revistas, sitios web y radios comunitarias sirvieron de fuentes de comunicación legítimas que contaron lo que iba sucediendo a la largo de los días y meses posteriores al hecho.
Asimismo, un participante del publico, proveniente de Santa Fe, recordó las inundaciones del 2003 y 2007 en esa Provincia, y cómo los periodistas, camarógrafos y fotógrafos registraron esos momentos que luego sirvieron de prueba para una causa que hoy corre el riesgo de prescribir.