Nota principal: Seguimos dando La Pulseada…
Por Ana Bader*
Quiero decir unas breves palabras y empiezo citando una frase que tiró Agustín Sanguinetti, uno de los chicos de Casa Joven, en el corto audiovisual que hicieron los pibes para presentar en el Programa Jóvenes y Memoria de Chapadmalal: “Nosotros no somos el futuro, nosotros somos el presente”. Y acá estamos, de pie, haciéndole entender al señor Gobernador y a sus ministros que la inseguridad es no tener en el barrio “un lugar como éste” como dice Marquitos, otro de los pibes, refiriéndose a Casa Joven. Que la inseguridad es crecer sin padres o con padres sin laburo, o con madres bancándoselas todas. Que la inseguridad es pasar frío, tener que salir a laburar aún niño para parar la olla. Que la inseguridad es no tener luz en el barrio, ni cloacas y que se inunde SIEMPRE que caen dos gotas. Que la inseguridad son las ratas en los pastizales y los basurales, porque no pasa el basurero, porque las calles se abrieron a la que te criaste, sin trazado, por tener la mínima conquista de un pedazo de tierra donde plantar el hogar. Que la inseguridad es que no pasen los bondis, que te cagues de frío a la mañana yendo a la escuela a pata y que a la escuela no le importe desde dónde te venís para estudiar, ni en qué lugar vas a hacer la tarea si tenés que compartir la pieza con otros hermanos con la misma exigencia. Que la inseguridad es ir a la salita y que la médica, la pediatra, la obstetra sean sensoras morales que te digan todo lo que estás haciendo mal y que en el hospital público te manden a hacerte un estudio de sangre en un laboratorio privado y que ahí te juzguen por cómo te hiciste tus tatuajes o que te manden recetas de medicamentos que no podés comprar o que te recomienden una dieta que no podés hacer porque no te alcanza la guita para tener salud. Que la inseguridad es no tener una escuela propia en el barrio. Que la inseguridad es tener trabajos precarios que te pagan dos mangos y si faltás porque te diste vuelta con tanta porquería que anda dando vueltas en el barrio, porque hay tantos transas y ningún CPA, te rajan y andá a cantarle a Gardel. Que la inseguridad es no tener unas llantas piolas para ir a la escuela porque te tocó por azar vivir en la pobreza.
Y si sos un niño y saliste a afanar y un milico te mató por la espalda, muchos creen que cumplió con su deber. Eso también es inseguridad.
Por eso le pedimos al Gobernador, que corra el eje de la discusión y como dijo Cajade en la época de Blumberg, que ampliemos el concepto de inseguridad. Necesitamos mayor presupuesto para la protección y menos para la represión.
*Coordinadora de Casa Joven, en el acto frente a Gobernación