En lo que va del año cerraron al menos seis librerías por la caída en las ventas y el aumento de los costos para seguir funcionando. Preocupación por la posible eliminación de la ley que defiende la actividad.
Las librerías independientes de La Plata emitieron un duro comunicado en el que advierten sobre el riesgo que corre la actividad a partir de la caída en las ventas y el aumento de los costos operativos de funcionamiento. Agregan la preocupación por la intención del gobierno nacional de avanzar con la derogación de la ley que las protege.
De acuerdo a los informaron, en el último año cerraron en la región al menos seis librerías. Mencionan a Ulpiano, Scotti, Papiros, El Aleph de calle 12, Don Cipriano, Kaurismaki y Cariño de Villa Elisa.
“La crisis económica que atraviesa a nuestro país está matando también a la cultura, y las librerías no somos la excepción”, dicen en un comunicado titulado “Las librerías independientes estamos en peligro”.
Sobre el cierre de los emprendimientos que se mencionaron, explicaron que cada una de ellas, con diferente estilo, son “buenas librerías, con buenos libreros, pero que se encuentran sin clientes o con clientes a los que el salario no les alcanza para comprar lo mínimo”.
La caída en los ingresos que deriva de esa situación se complementa con lo que definen como una “descomunal escalada de precios de los alquileres”. En ese marco, muchas de estas librerías decidieron cerrar sus puertas o cambiar la modalidad de trabajo a medida que vencían los contratos de alquiler y se notificaban de las fuertes subas exigidas para la renovación.
«A nosotros nos bajaron las ventas entre un 20 y un 25 por ciento comparado con el primer semestre del 2023», dijo a La Pulseada Francisco Salvarezza, de la librería Big Sur. En su caso el costo del local es menor porque no alquila, pero es situación no se repite en otros emprendimientos que tuvieron que empezar a trabajar bajo la modalidad «showroom» o puertas cerradas.
Una ley en riesgo
A esa situación se suma una decisión del gobierno nacional que podría barrer con las librerías que quedan pie. Se trata de la posible eliminación de la ley 25.542, de defensa de la actividad librera. “Eso destruirá a las pequeñas librerías y con ello a cientos de editoriales y autores independientes; y sólo beneficiará a empresas como Amazon o a las grandes cadenas de supermercados que quieran ofrecer libros”.
En resumen, esa ley del año 2002, hoy blanco de una posible derogación por parte del ministro de Desregulación del Estado, Federico Sturzenegger, establece igualdad en los precios de los libros en todo el país.
También conocida como ley PVP (de precio de venta al publico) obliga a editores, importadores o representantes de libros a fijar un precio uniforme. «Eso hace que las librerías pequeñas puedan competir en igualdad de condiciones con las grandes cadenas, las que por tener más espalda y comprar más barato podrían bajar los precios u ofrecer más promociones eliminando nuestra competencia», analiza Salvarezza.
«Lujo para pocos»
“En un país con cada vez más desocupación y salarios muy por debajo de las necesidades básicas, la cultura pasa a ser un lujo para unos pocos”, analizan los libreros.
Y cierran con apelación a la comunidad. “Defendamos la cultura independiente, defendamos las librerías, las editoriales y las y los autores que, si se siguen cerrando las puertas de nuestros locales, tendrán cada vez menos posibilidad de hacer llegar sus variados y muy ricos contenidos”.