Nota principal: El Taller de Teatro de la UNLP cumple 25 años
La biblioteca teatral se funda en 1994, cuando la viuda del poeta uruguayo Alberto Mediza (1942-1978) y su hijo Rodrigo donan a la Asociación de Amigos del Taller de Teatro de la UNLP la biblioteca personal de Mediza, que había sido maestro de Barruti. “Norberto estaba preparando El Proceso en adaptación de Mediza, ella viene a ver el espectáculo y a conocer el lugar, que no estaba en estas condiciones, y tenía que desalojar un departamento en cuya bohardilla estaba la biblioteca. No le daba para trasladar todo a Montevideo y decidió dejárselo al discípulo. Con esto que nadie imaginó, empieza la biblioteca”, resume Maricel Beltrán. Ese fondo documental es el corazón de la biblioteca, a la que le fueron agregando materiales e imprimiendo un marco jurídico para poder gestionarla.
Se caracteriza por su especificidad (muchos investigadores desembocan allí tras materiales inhallables en otros lados) y tiene fama de ser la más completa del país. “¡Yo me pegué un susto bárbaro cuando me llamó uno del Instituto Nacional de Teatro diciéndome eso! −se ríe Mariela Mirc, y destaca los materiales de teoría, técnica, filosofía e historia del teatro que tienen−. En lo que heredamos hay libros de estética, estilo y análisis de texto editados en los ’50, libros de autores dialécticos, marxistas, muchos de los cuales fueron censurados, quemados… y no se consiguen fácilmente”. Entre las joyas destaca: “Un libro de psicodrama de Moreno, un par de libros de estética y estilo de Schapiro, el diccionario teatral del Río de la Plata, de Tito Livio Foppa, del ’50…”.
Fuera del fondo Mediza, atesoran unas 2.000 revistas La Escena, Bambalinas y Argentores del periodo 1900-1930, “que se editaban en un papel de baja calidad, tipo periódico, y se vendían tipo libretos en los quioscos, a la salida de los teatros y en los tranvías”. Son materiales muy valiosos, con fotos históricas de actores, puestas, escenas, que ellos van rastreando y coleccionando. “Con el Conventillo de la Paloma empezamos a explorar más a fondo el sainete, el grotesco, y es en esas revistas donde tenés más material”, pondera Mariela. Y cada investigación suma: “Para cada obra agotamos el trabajo sobre el autor, otras puestas, el periodo histórico, vestuarios, escenografía, utilería. Y todo ese material que se va rejuntando para las obras alimenta la biblioteca, y a la vez la biblioteca alimenta la investigación de las obras”.
Tienen un catálogo de 10.000 obras dramáticas, más los volúmenes de teoría y técnica teatral. Y están por empezar a trabajar con la UNLP en la base de datos de la biblioteca. Consultas: www.bibliotecateatral.org.ar; correo@bibliotecateatral.org.ar; 423-2283. Sala: 10 Nº 1076, entre 54 y 55.
J.L.M.