La pelea por la legalización del aborto tiene un largo recorrido en las calles y en el Congreso que estalló en los últimos años. ¿Qué pasó mientras tanto en los pasillos y consultorios de los hospitales públicos? ¿Quiénes y cómo llevaron adelante ese trabajo? Este 8M la directora ejecutiva del Hospital San Martín recoge esa experiencia.
Por Abril Lugo
En La Plata la experiencia de Andrea Barcaglioni, una trabajadora social del Hospital San Martín que desde 2009 y hasta el año pasado llevó adelante junto a una médica generalista del área de Asesoría Sexual Integral de la institución de salud más importante de la región, es un ejemplo del recorrido que las mujeres fueron haciendo para acceder a la Interrupción Voluntaria del Embarazo en los hospitales. A pesar de contar con un protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) sancionado hace más de 100 años la práctica encontró muchos obstáculos, el desafío central era sortear los que planteaban los profesionales objetores de conciencia que evitaban que Andrea y sus colegas tuvieran un lugar fijo para atender consultas, o intercedían ni bien se conseguía la internación para avanzar con un aborto según contemplaba la ILE.
El refuerzo al trabajo de años para garantizar el acceso a la interrupción legal del embarazo en el hospital, mientras germinaba en las calles y en el Congreso la sanción de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), llegó de la mano de otro equipo de mujeres. “El servicio de ginecología y obstetricia eran dos áreas con una alta tasa de objetores de consciencia”, cuenta Graciela Ramos, la directora ejecutiva del San Martín, sobre la tensión de fuerzas entre aborto sí y aborto no, y resalta que “el área de trabajo social llevó de manera solitaria una tarea protética”. De hecho, la principal directiva del San Martín reconoce que “Andrea Barcaglioni se hizo cargo de defender y trabajar el hecho de que la mujer tiene que decidir sobre su propio cuerpo”.
La asunción de Ramos y de cinco médicas mujeres más al frente del directorio por primera vez en la historia, en febrero de 2020, cambió el tono de la disputa. “La mayoría del directorio somos mujeres, seis, y dos son varones”, cuenta Ramos sobre un detalle que marcó el cambio de política dentro del Hospital San Martín respecto al acceso a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE): “Cuando entramos quisimos reforzar el trabajo de la Asesoría Integral Sexual, por lo que sumamos una médica generalista, una psicóloga y una trabajadora social”, para reemplazar a Barcaglioni en lo que hacía ad honorem.
Un mes después, Graciela convocó a los jefes de Ginecología y Obstetricia para definir un criterio básico sobre qué hacer con las consultas que llegaban al hospital y para que permitieran la actividad de la Asesoría, que amplió su horario de atención a los días hábiles, durante toda la mañana. “Evitaban que atendieran, no dejaban internar”, relata Ramos y agrega que desde el directorio “íbamos a bajar línea sobre lo que queríamos, y la reunión fue muy amigable, aunque pensamos podía haber más situaciones de obstrucción”.
No ocurrió, de hecho, con el directorio de su parte, la Asesoría Integral consiguió intervenir embarazos en el marco de la ILE hasta la semana 20, además de evitar que mediaran en las consultas de sus pacientes los objetores de conciencia de otras áreas del hospital. También consiguieron mobiliario y consultorios específicos, por primera vez en más de diez años, con computadoras para garantizar la carga de estadísticas.
Los hospitales provinciales “resuelven un gran porcentaje de consultas por IVE”. La mayoría de las pacientes que llegan a los Centros de Atención Primaria (CAPs) de los municipios, se derivan a estas instituciones
“Y otra cosa que es muy importante”, aclara Ramos a La Pulseada y cuenta que se inició “una rotación obligatoria en la Asesoría de los residentes, tanto de ginecología como de obstetricia”, para garantizar la formación de los futuros profesionales en la asistencia a pacientes por ILE e IVE. El resultado de un año de trabajo mostró sus frutos, aunque la directora ejecutiva aclara que todavía falta organizar la demanda de manera articulada con otros centros de salud.
En ese sentido, profundiza sobre los problemas más latentes desde la sanción de la ILE, y describe que desde los hospitales provinciales aún “resuelven un gran porcentaje de consultas por IVE”. Es que, la mayoría de las pacientes que llegan a los Centros de Atención Primaria (CAPs) de los municipios, se derivan a las instituciones provinciales. Entonces las consultas se concentran y, según la especialista en pediatría, la Asesoría Integral Sexual termina atendiendo la mayoría de los casos que se pueden resolver con un tratamiento ambulatorio, es decir, con misoprostol.
Por eso Graciela puntualiza que el objetivo del hospital es “resolver la interrupción en el segundo trimestre”, y que los abortos dentro de los primeros tres meses de gestación se concreten en el área de atención primaria, hoy, a cargo de los municipios. “En La Plata, en este momento, no hay un trabajo articulado en red con los CAPs” relata Ramos, por lo que todavía “es una problemática a resolver”. En definitiva, la concentración en la demanda de consultas genera el atraso en la atención, por lo que demora la realización del aborto seguro.
Por primera vez, el Ministerio de Salud bonaerense difundió un informe respecto a la cantidad de abortos, en el marco de la ILE, realizados durante 2020. En total, hubo 14.330 interrupciones legales del embarazo en hospitales en toda la provincia y, entre 2019 y febrero de 2021, aumentaron las instituciones de salud que se sumaron a garantizar el acceso al derecho, lo que se denomina como “efectores”.
Al respecto, Ramos evalúa que el registro de abortos en centros de salud va a aumentar durante 2021, no solamente por la sanción de la ley, sino porque “hubo un aumento de los efectores de un 106%”. “Creo que si seguimos en ese camino, obviamente la cantidad de abortos va a crecer, y tiene que ser así, porque estamos cuidando el cuerpo de la mujer”, asegura la directora ejecutiva del Hospital San Martín.
Creo que si seguimos en ese camino, obviamente la cantidad de abortos va a crecer, y tiene que ser así, porque estamos cuidando el cuerpo de la mujer
Finalmente, la doctora cataloga la existencia de estadísticas y recursos para garantizar el acceso al aborto seguro como “una alegría tremenda”. “Ganamos la lucha de la IVE, algo que llevamos adelante por muchos años”, describe Ramos, e insiste que, a pesar de las resistencias, “se trabaja a diario” para sostener la Asesoría Integral Sexual. “Todo esto lo conseguimos a pesar de lo que fue el año pasado, con la pandemia. Teníamos una guerra invisible con el coronavirus, pero el tema nos interesaba, siempre estuvo en nuestra cabeza y no dejamos de concretarlo”, sentenció.