Nota principal: Entre abril y octubre
En la Municipalidad sólo admiten en off eso que el intendente le respondió en mayo a esta revista diciendo “no tengo idea”: que de las mismas rotativas que sacan el diario más leído de la región, cuyo silencio enfurece a los inundados, sale gratis el periódico de propaganda La Capital, que plasmó la estrategia comunicacional post inundación en al menos 6 ediciones. La primera, blanco y negro, inolvidable, se distribuyó casa por casa en muchas zonas de la ciudad, a 15 días del desastre, con una mochila de recomendaciones para diluvios. Las siguientes prometieron soluciones. Con las elecciones más cerca, ganaron la agenda medidas de “seguridad”: una exaltación a las cámaras de monitoreo urbano cuyos registros habían sido retaceados a la Justicia que investiga sobre las víctimas de abril.
El Día omite referir responsabilidades por la catástrofe desde un comienzo (enfoca, en cambio, algunas formas de solidaridad y aristas de las marchas). Otros medios, que cubrieron el tema inicialmente, le restaron atención después. “El primer mes me despertaban llamados de radios de todo el país. Para los 5 me llamaron dos un toque antes de la marcha”, ilustra Lucas Ibarlucía. “Bruera en todas las radios fue ‘obras, medidas, acciones’. Si el tipo te está bajando un billete no me vas a hacer una nota a mí”, opina Gabriel Colautti. “Tenemos medios opositores chicos que nos pueden dar voz, pero es muy desigual lo que pasó con el lugar que tiene”, resume Damián Demaro. Y Silvia Migoni aporta: “Y algunos medios por ahí aprovechan que esto puede significar un descrédito para el gobierno, y algo dicen. Pero no le dan el lugar que le dieron a la tragedia del tren”.
Benjamín Palumbo recuerda: “Todavía estábamos sacando agua o cayendo en qué habíamos perdido, y era muy impresionante pensar que si no hiciste las cosas del martes al viernes donde fuiste noticia quedabas en el olvido. Y hoy nos sentimos en el olvido”. Daniela, de la misma asamblea, completa: “De los medios hay una falta de respeto y una indiferencia que refleja lamentablemente la de mucha gente”. A la estrategia de unirse con las tragedias de Once y Rosario para llegar a los medios suman la de “informar que la asamblea existe, que es cuestión de tiempo, que sin participación volvemos a ser vecinos sueltos y quedamos a la deriva”, explica Palumbo.
Para Fabricio Breccia, comunicador social, “queda muy en evidencia con esta inundación que El Día es el Municipio. Todo se decide en las oficinas de su director, que no se calla por plata sino porque tiene los mayores negocios inmobiliarios de La Plata”. Pero “hoy se discute todo, con Clarín como cabeza, y si hace diez años lo que decía El Día era la verdad hoy por lo menos ya está en duda. Es un pequeño lunar pero es importante”.