El gobierno bonaerense sigue llevando adelante una política suicida en materia de niñez: no le está pagando a las organizaciones a las que delega la atención alimentaria y social de niños, niñas y adolescentes. Más de un centenar debió cerrar e idéntico riesgo corren 1300 entidades que, como el Hogar del Padre Cajade, están siendo asfixiadas económicamente. En La Pulseada Radio hablamos con Martín Menestrina del Programa de Niñez, Derechos Humanos y Políticas Públicas dela Facultad de Derecho de la UNLP, que logró que la Justicia dicte una medida cautelar a favor de la Fundación Pelota de Trapo y que podría generar un recurso jurídico colectivo en toda la Provincia.
-¿Qué resolvió la Justicia respecto de Pelota de Trapo?
-La jueza Ana Cristina Logar del Juzgado Contencioso Numero 2 deLa Platahizo lugar al pedido de una medida cautelar que solicitamos.La FundaciónPelotade Trapo viene laburando con pibes en Avellaneda desde 1987 realizando un trabajo espectacular, con las familias y con los chicos en los barrios a través de la atención alimentaria, apoyo y estimulación en los procesos de enseñanza y aprendizaje y logrando que los pibes se mantengan en los barrios evitando que miles de chicos emigren y rompan los vínculos familiares. Esto lo hacen a través de los UDI (Unidad de Desarrollo Infantil), programas oficiales que sirven para delegar en organizaciones este trabajo que debe hacer el Estado.La Provinciase había comprometido a pagar una beca por cada pibe, que no están actualizadas y son montos muy pequeños, pero ayudan a desarrollar este trabajo que es super importante. Desde hace un año, el Estado comenzó a pagar a bimestre vencido y después a abonar un bimestre sí y otro no.
-La misma situación están sufriendo muchas organizaciones que trabajan con niñez en la Provincia.
-Por eso pedimos una medida cautelar para exigir ala Provinciael pago de la deuda que en el caso de Pelota de Trapo ascendía a más de 20 mil pesos.
-Es una deuda que hace peligrar el funcionamiento de la Fundación…
-Ese es el fundamento del pedido de la medida cautelar que la jueza muy bien logró reconocer. (…) Se generan daños irreparables porque se está trabajando con pibes y hay que recordar que los daños que se producen en la edad más temprana afecta el proceso de crecimiento del chico y el modo que se relaciona con la sociedad.
-¿Qué le ordena la Justicia a la Provincia en esta sentencia?
-Se trata de una medida cautelar, no es una sentencia definitiva. La cautelar se toma cuando hay un pedido que no puede ser reparado y por eso no puede esperar hasta el dictado de la sentencia definitiva. La jueza entiende que el derecho que alega Pelota de Trapo tiene una apariencia de verdad y entonces hace un adelanto de la sentencia y condena ala Provinciaa pagar todas las deudas y a pagar en tiempo y forma con las becas posteriores a la sentencia.
-¿Es lo mismo que ocurrió en La Plata cuando el juez Luis Arias dictó una medida cautelar para atender los derechos de los niños que estaban en situación de calle?
-Exacto, porque en este caso, cuando hablamos de derechos de los chicos y de su vida misma.
-… No hay tiempo que esperar
-Claro, y los jueces se ven obligados a dictar este tipo de resoluciones porque el Estado bonaerense se comprometió a este pago a través de convenios y ahora no puede negar el interés superior que le ha puesto a los pibes.
-¿Se puede replicar este recurso jurídico en beneficio de otras organizaciones que padecen la falta de pago de los compromisos asumidos por la Provincia?
-Tenemos relevados a cerca de 1300 organizaciones y son más de 90 los chicos que se ven afectados en sus derechos. Más de cien organizaciones han cerrado y lo trágico es que es muy difícil que vuelvan a abrir porque laburan sobre lazos afectivos y de confianza que es muy difícil volver a generar. Cuando cierran estas organizaciones por causas económicas que se podría evitar, es muy difícil que vuelvan a abrir y los chicos que se lograba contener en sus barrios con las familias terminan siendo eyectados a los centros de las ciudades a rebuscárselas como puedan, como ya conocemos.