Que la nieta de Mirtha Legrand, embarazada, se besa con el ex ministro de Economía de la Nación Martín Lousteau. Que, hartos de no ser escuchados, integrantes de la comunidad toba La Primavera de Formosa que acampan en la 9 de Julio inician una huelga de hambre para exigir derechos humanos. Que Eduardo Duhalde se pelea con Alberto Rodríguez Saá y convoca a una cumbre del peronismo opositor. Que Ricardito Alfonsín analiza hacer una alianza con De Narváez. Que Pino Solanas va acá o allá, en Capital o en Nación. Que desaparece Víctor Martínez, testigo clave en una causa por delitos de lesa humanidad. Que Luis Abelardo Patti es condenado a perpetua por homicidios, torturas y allanamientos ilegales cometidos en la última dictadura pero antes, y en democracia, pudo ser intendente y candidato insistente. Que amenazaron a la familia de Luciano Arruga, que lo busca hace más de 2 años, cuando desapareció en una comisaría bonaerense que en la dictadura era un centro clandestino. Que Vargas Llosa pide por la libertad de prensa desde el predio de la Sociedad Rural porteña. Que los trabajadores de los medios Perfil, Pagina/12 y Radio Provincia salen a pelear por sus derechos laborales y que la radio comunitaria jujeña Minka sufre aprietes por haber denunciado que una planta transformadora de energía enferma a los vecinos. Que terminan Gran Hermano y Soñando por Bailar. Que, con actividades culturales en todo el país, termina la Semana de los Pueblos Indígenas. Que las potencias occidentales demonizan a Libia para apoderarse del petróleo. Que ahora Uruguay podrá empezar a juzgar a los represores de la dictadura. Que en Los Hornos, una mujer que va en bicicleta se entera por la radio de su celular que la línea 60 de colectivos está de paro en la Capital. Que los militantes del Centro Social y Cultural Olga Vázquez terminan de poner la antena para una nueva radio en La Plata. Que el gobierno decidió cambiar los nombres de los represores Falcón, Villar y Cardozo como denominación de los institutos de formación de oficiales y suboficiales por el de personas comprometidas con los derechos humanos. Que el voto electrónico se convierte en alternativa, con pros y contras… Que esto y que lo otro en canales de televisión, diarios, revistas, radios y portales internet.
Las corporaciones mediáticas deciden sobre qué debemos hablar. Productores, periodistas y conductores eligen, más allá de las ordenes que reciben, llamar a un diputado de tal o cual bloque para que diga lo mismo que había dicho la semana anterior sobre una posible alianza electoral con tal o cual sector. O deciden hablar más de un minuto sobre Juanita Viale y una moral que se hace trizas, o hasta sobre una cosa enunciada como “la moral de los economistas”.
Como consumidores de noticias, no solo tenemos el derecho sino también la responsabilidad de tomar decisiones. Podemos cliquear, cerrar y abrir ventanas, recorrer páginas web, prender o apagar, cambiar de canal, mover el dial, cerrar el diario o la revista. El saco nos entra a todos. Podemos definir qué es importante y qué no. Disputar el sentido de lo que queremos que sea noticia. Incidir en qué asuntos nos importan y cuáles no. Para que iniciar una conversación requiera algo más que decir “¿Viste lo de Juanita?”.