El Colectivo La Casa celebra diez años trabajando en el Barrio El Retiro. Surgió en principio como una organización de educación popular, pero en los últimos años tuvieron que dar respuestas a otras demandas que tenía el barrio.
El próximo sábado 29 de junio desde las 12 del mediodía el Colectivo La Casa celebra 10 años de historia con un festival en calle 44 y 155 bis. Habrá bandas en vivo, acrobacia, merienda y estará presente la juegoteca La Kombi. Ademas habrá un homenaje al militante barrial Oscar “Chispa” Tozonotti.
Manuela Mendy, del Colectivo La Casa, dialogó con La Pulseada Radio, donde explicó que la organización comunitaria territorial surgió en el 2009. «Es una iniciativa que surge en mi núcleo familiar y luego se amplía y va mutando, y lleva adelante adelante un proyecto de educación popular en el Barrio El Retiro. Desde el principio, trabajamos vinculados a la educación y disciplinas artísticas, ofreciendo diferentes actividades con el objetivo de laburar con los y las vecinas del barrio para generar organización en el territorio«, detalló.
«La organización fue creciendo a lo largo de los años, en identidad, en apropiación de los pibes y las pibas del espacio, en forma de laburo, en cantidad de tiempo que estamos trabajando con los vecinos y vecinas. Hoy trabajamos de lunes a sábados, con talleres, actividades y meriendas todos los días de lunes a viernes, algo que cuando surgimos no era un objetivo que haya un merendero en la organización« describió Manuela.
Sin embargo, durante los últimos años empezaron a aparecer otras demandas como resultado de la política social y económica de la gestión de Cambiemos. «Empezamos a incorporar una merienda durante los talleres y empezó a profundizarse la necesidad de ingerir algún alimento, y garantizar de que, al menos cuando estén en nuestra organizaciónlos pibes y las pibas, puedan comer algo».
También hubo cambios en la fisonomía del barrio. Así lo relató Mendy: «Lo más visible es la construcción en el barrio, hubo momentos donde veíamos en las puertas de las casas materiales, que había muchas casas en construcción y eso se frenó; pero además vemos cada vez mas necesidades y más derechos vulnerados en los chicos y las chicas». A su vez, comentó, esto implica un aumento de la conflictividad social.
Frente a la vulnerabilidad social, las organizaciones tienen el desafío de responder a las demandas. Sobre esto, Mendy expresó que «esta situación de conflicto y tensión en la vida cotidiana de las familias también se vive al interior de las organizaciones, que también necesitamos que el Estado garantice nuestra posibilidad de sobrevivir».
Desde hace un tiempo las organizaciones vienen reclamando en la Legislatura que se reconozca el rol de los trabajadores socio comunitarios. Pero con la asunción de este gobierno, hubo un gran retroceso en este debate y las organizaciones ven cada vez más lejos la posibilidad de disputar y conseguir eso. “Esta es una lucha que venimos dando en conjunto, porque entendemos que la organización aislada en el territorio hace un trabajo fundamental para los vecinos y las vecinas, pero sin la articulación con otras organizaciones que trabajen en otros barrios, no vamos a poder disputar cosas fundamentales, como por ejemplo que se reconozca el trabajo que venimos haciendo”completó Mendy que también integra la Coordinadora de Niñeces, Juventudes y Territorios.